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La información que brinda nuestro
cuerpo es única y casi imposible de ser cambiada o adulterada.
Como lo hemos venido comentando en artículos anteriores, las
poblaciones crecen y tienen mayor movilidad. Las necesidades de
identificación, entonces, no sólo atañen a los gobiernos, al control de
fronteras o por motivos de seguridad, sino a la operatoria comercial,
financiera, a los proveedores de servicios y a varios usos más.
Operaciones en Internet, telefónicas, requieren identificadores que
superan ya el nombre, el apellido y un número de documento.
Se requieren identificadores que por seguridad, mezclan, el quién soy
–nombre, seudónimo, nombre de usuario, número de cuenta, número de
documento-, con lo que yo sé –clave, dirección, profesión, nombres de
terceras personas, lugares o cosas-, y ahora también, se abre la
posibilidad de agregar, controles biométricos.
Mientras los otros identificadores personales son posibles de ser
adulterados, el cuerpo humano nunca miente.
Qué se entiende por controles biométricos
Son aquellos métodos de control por reconocimiento de características
físicas humanas únicas.
Huellas digitales, formas corporales, de rostro, ADN, huellas palmares
reconocimiento por el iris del ojo, ritmo de escritura y voz,
características de comportamiento, son todos identificadores
biométricos.
Los tradicionales controles de acceso que combinan, una identificación y
un password, pudieran llegar a ser simplificados por estos controles
biométricos únicos y precisos. Sin embargo, ciertas personas tienen
reparos con relación al uso posterior que de esta información pudiera
hacerse.
La elección de un tipo de reconocimiento biométrico depende de varios
factores:
* Su intención de uso.
* La disponibilidad técnico económi-
ca de ponerlos en funcionamiento.
* Factores sociales y políticos y hasta
reñidos con la moral.
No puede afirmarse categóricamente que un tipo de identificación es el
aconsejable en todas las situaciones.
Identificación por huellas digitales
Este tipo de controles se ha popularizado y varios son los dispositivos
que hoy existen en el mercado al alcance prácticamente de todo el mundo.
Ya en las antiguas Babilonia y Persia se usaban las impresiones
dactilares para autenticar registros en arcilla, pues en aquel entonces,
se conocía su carácter único.
Juan Vucetich , policía argentino, fue quien impulsa el sistema de
identificación de las personas por sus huellas digitales, patentando
dicho sistema en nuestro país, lugar donde se lo utilizó por primera vez
para la identificación de un crimen a fines del siglo XIX.
La identificación dactilar, nació con la impresión de la huella sobre
una cartulina o registro de papel y la posterior clasificación de ellas
de acuerdo a determinadas características, en un proceso manual
complejo.
Posteriormente, aparecieron dispositivos que digitalizaron esas
imágenes, conservando la información en bases de datos, haciendo mucho
más sencillo el proceso de recuperación y comparación.
Sin embargo, estos dispositivos tienen sus problemas, por errores de
lectura y por dificultades para operar en ambientes donde el polvo o la
grasitud, existen.
Identificación por el iris del ojo
La vista, uno de nuestros más preciados sentidos, se está convirtiendo a
través del reconocimiento del iris del ojo, en el método más seguro de
identificación, constituyéndose así en el mejor de los documentos que el
ser humano puede portar, el más secreto de los pines, la mejor clave de
acceso, el mejor password.
El iris nos da como individuos características que nos diferencian
unívocamente de los demás. Esta identificación, por su certeza, resulta
superior a cualquier otro método biométrico existente.
Identificación por reconocimiento facial
Esta tecnología es más moderna que las anteriores comentadas.
Consiste en leer ciertas características faciales del individuo y
almacenarlas digitalmente. Cuando el sujeto vuelve a ser registrado, el
sistema busca coincidencias dentro de su base de datos.
Sin embargo, el factor antigüedad de la imagen, la iluminación, el
entorno, etc, pueden llevar a conclusiones erróneas.
El sistema permite la toma de imágenes a cierta distancia, no
requiriendo de la cooperación activa y ni siquiera del conocimiento del
sujeto que esta tratando
de ser identificado, siendo por tanto preferido por cuestiones de
seguridad.
Existen limitaciones para su uso efectivo, debido a la posibilidad de
varios, falsos positivos.
Identificación por ADN
El ácido desoxirribonucleico es un material hereditario en los seres
humanos que se aloja en el núcleo de las células. Dicha información es
guardada como un código compuesto por cuatro bases químicas, el orden o
la secuencia en que se encuentran permite realizar tareas de cotejo.
Es un método seguro de identificación siendo muy difícil, que esos datos
se repitan en dos personas si no los unen relaciones de parentesco muy
estrechas.
El test por tanto, es usado para determinar relaciones familiares, para
determinar causas de enfermedades y para resolver cuestiones criminales.
En síntesis
La información que brinda nuestro cuerpo es única y casi imposible de
ser cambiada o adulterada.
Para fines de identificación, muchos de estos datos son transformados en
bytes para su almacenamiento y posterior cotejo.
Un número de cuenta, una clave, un nombre de usuario, en caso de robo de
identidad puede cambiarse, pero no es lo mismo cuando nos referimos a
datos biométricos.
Son nuestros por siempre y en algunas oportunidades, hasta después de
muertos.
Cómo guardar, recuperar y procesar esta información no es un tema menor
que nos debe hacer pensar.
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