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Son parte de la realidad, llegaron para hacer su tarea y un capítulo de la misma es crear el futuro.
En una cena con empresarios, surgió
el tema de la Generación “Y” y las dificultades que
tienen en sus organizaciones para integrarlos.
Junto al advenimiento y popularización de la tecnología,
Internet, el cable, los celulares, la vida on-line; los nacidos entre
1982 y el año 2000 conforman una nueva generación que
los sociólogos denominaron “Y” a fin de marcar el
cambio con la anterior denominada Generación “X”.
El gran nivel de comunicación y acceso a la información
es la piedra basal de la Generación “Y”. Con solo
comparar el nivel de conocimiento de cualquier adolescente de estos
días con los de hace 30 o 50 años atrás podrá
fácilmente darse cuenta.
El trabajar con integrantes de la Generación “Y”
resulta complejo dado que tienen particularidades que confrontan la
formación, el estilo de vida y los valores e intereses de muchos
de los actuales directivos y jefes ya que estos pertenecen a la Generación
“X”.
Esta última reviste una mayor capacidad de adaptación
a las normativas sociales y tienden a ser respetuosos de lo establecido,
las formas y los compromisos, considerando el esfuerzo como un elemento
fundamental para alcanzar los logros personales.
La Generación “Y” a diferencia de los “X”,
por obra de los estímulos que han recibido desde su niñez,
han desarrollado mucho más el hemisferio derecho del cerebro
y disponen de una mayor capacidad en cuanto a la creatividad.
De manera marcada, el dinero y el satisfacer los deseos individuales
superan los ideales y el concepto de grupo según la concepción
de los “X”. Esto también hace ver la dificultad para
el poder entenderlos y el origen de los conflictos en la relación.
Mencionaremos algunas características de la Generación
“Y”:
• Muestran una cuasi soberbia y autoridad que los hace actuar como
si ellos fueran los dueños absolutos de la verdad eterna.
• Tienen una irrefrenable necesidad de estar permanentemente conectados
mediante Internet (twitter, chat, blogs, facebook, juegos, etc.) siendo
justamente esa la mayor utilización que le hacen a esta tecnología.
• No les gustan los libros y la fuente de información para
hacer sus tareas y el estudiar se centra en la web.
• Los mensajes vía celular son el sistema de comunicación
por excelencia.
• Tienen cientos de contactos en sus messenger superando por lejos
a las agendas de los “X”.
• En el trabajo les importa más la flexibilidad horaria
y el clima laboral que la estabilidad y el ingreso.
• Son marcadamente individualistas.
• Tienden a no ser respetuosos de pautas horarias y pretenden que
los otros –incluso las instituciones- se adapten a sus horarios
y costumbres.
• No aceptan el trabajo en exceso y solo lo hacen en forma equilibrada
con sus otros intereses y si se ven ante una propuesta que les implique
romper dicho esquema lo primero que consultarán es el “¿Por
cuánto?”
• La informalidad y la comodidad son parte de su estilo de vida
a tal punto que ir al trabajo en ojotas resulta parte de su normalidad.
• Los motivan los desafíos pero siempre que estos impliquen
un beneficio hacia ellos.
• No les gustan las grandes charlas, sino que se vaya al tema específico.
• Prefieren la comunicación vía la tecnología
antes que la entrevista personal.
• Requieren se aprecie su talento y experiencia.
• Les es importante que se valore lo que hacen bien y no solo sus
errores… los cuales los frustra y los enoja.
• Tienden a tomarse todo con mayor tranquilidad que la generación
“X”.
• Viven el presente sin mayores preocupaciones por el futuro siendo
la ecología y el medio ambiente, la solidaridad y el género,
parte de sus prioridades.
• Son más creativos, audaces, temerarios a la hora de romper
paradigmas y más versátiles.
• Son dispuestos al trabajo en equipo, pero sin modelos jerárquicos
que impliquen autoridad rígida.
• No aceptan que al éxito se llega desde abajo, con esfuerzo
y máximo compromiso. A partir de ello, si no se sienten cómodos,
simplemente renuncian.
La verdad es que para la generación “X” le es dificultoso
la relación con los “Y”. Su concepción de
la vida difiere y eso hace que las prioridades y motivaciones sean definitivamente
otras.
También es verdad que ellos son parte de la realidad y el futuro
de las empresas e instituciones dependerá de ellos y de la habilidad
de los actuales directivos en saber utilizar sus capacidades a fin de
lograr los objetivos organizacionales.
Los “X” y los “Y” piensan distinto porque lo
hacen desde lugares distintos pero eso no indica que no tengan grandes
potencialidades para el desarrollo de la sociedad.
Que sean diferentes no significa que su aporte sea negativo o poco valioso.
Sólo nos muestran otra realidad que hay que conjugar a fin de
ser esto un elemento favorable a la vida del ente y que termine siendo
una real ventaja competitiva.
Ellos llegaron para hacer su tarea y parte de la misma es crear el futuro. |