Normativa |
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Marzo - Abril 2014 |
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LAS RELACIONES TECNICAS COMO |
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Por: Dr. Marcelo Luis Massip
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Los límites de la Posición General de moneda extranjera sirvieron para calmar la plaza cambiaria.Tras la devaluación del tipo de cambio oficial en enero último, el Banco Central tomó la iniciativa para contener el alza de la moneda extranjera. Rápidamente, la autoridad monetaria emitió la Comunicación A-5536 que levantó la suspensión de la aplicación del margen positivo de la posición global neta de moneda extranjera que regía desde mayo de 2005 rehabilitando el límite general del 30% de la RPC o los recursos propios líquidos, el menor.
A su vez, la norma mencionada agregó un nuevo límite para
la posición a término del 10% de la RPC. Para determinar la posición global neta positiva a término deberán considerarse únicamente los conceptos pertinentes comprendidos en otros créditos por intermediación financiera (OCIF), otras obligaciones por intermediación financiera (OOIF) y derivados contabilizados en cuentas de orden. Lo interesante de la norma es que fijó un cronograma de encuadramiento desde febrero a abril donde las entidades financieras podrán excederse en su posición hasta el 75%, 50% y 25%, en cada uno de los meses, respectivamente. En ese trimestre no se considerará incumplimiento a la diferencia entre la posición de contado y los límites, eligiendo el menor, para aquellas entidades que a enero tuvieran posiciones netas positivas global y de contado excedidas. De tal manera, los bancos y compañías financieras deben gradualmente desprenderse de sus posiciones en moneda extranjera por encima del 30% de la RPC, sin que pueda burlarse la limitación mediante operaciones a término ya que cuentan con un límite aún más reducido que para la posición general. Posteriormente, con el dictado de la Comunicación A-5563, se esterilizó la concertación de operaciones a término con vinculados a la entidad financiera ya que cuando se computen ventas a término con esas contrapartes habrá que considerar un importe equivalente como compra. Con esta medida, la operación queda neutralizada a los efectos del cálculo de la posición a término y evita elusiones a los límites permitidos mediante la concertación de ventas a vinculados. El acierto de esta normativa consiste en que la venta de moneda extranjera en el mercado oficial por parte de las entidades financieras provoca una mayor oferta de divisas que tiende a mantener el tipo de cambio oficial en los valores actuales. El lanzamiento al mercado de títulos públicos dolarizados implica una tendencia hacia la baja o hacia el mantenimiento de su valor de cotización con lo cual el contado con liquidación no permite que el tipo de cambio paralelo se desborde. Junto con esta medida, la Comunicación A-5534 subió los encajes de los depósitos y demás obligaciones en moneda extranjera de manera progresiva –desde febrero hasta abril- restando posibilidad de asistencia financiera con los recursos así obtenidos. La escasez de financiaciones en dólares constituye un nuevo convite a los particulares a conseguirla en el exterior o a traer fondos desde el extranjero. El mes de enero, además de la devaluación, registró tasas de interés negativas en términos reales. Este cóctel facilitó la financiación de una fuga hacia la divisa con su repercusión en la expansión monetaria. Las cifras oficiales difundidas mediante comunicaciones “C” del Banco Central informaron que en enero de 2014 la base monetaria subió 7,91% a un ritmo que anualizado representaría una vez y media el volumen de diciembre/13. Sin embargo, durante febrero las tasas subieron y el BCRA esterilizó pesos mediante la colocación de letras. Al 28 de febrero la base monetaria se había detraído 5,23% con relación a las cifras vigentes al último día de enero. Así se revirtió una tendencia preocupante hacia la suba de este indicador. El paquete implementado por la autoridad monetaria hará ganar tiempo al otorgar tranquilidad a la plaza hasta que las entidades se deshagan de sus posiciones. La finalización de la venta de los activos netos dolarizados es coincidente con el inicio de las liquidaciones de exportaciones de cereales. En tal sentido se abre una ventana que otorga una importante posibilidad para implementar un plan antiinflacionario que morigere la suba de precios y amortigue el impacto que estas medidas provocarán sobre el nivel de actividad económica. En la práctica, hemos podido observar de qué manera las regulaciones prudenciales y cambiarias pueden utilizarse como herramientas idóneas para la política monetaria en pos de una ayuda eficaz ante la coyuntura económica. Pero esto no es todo. No basta con el empleo correcto de las relaciones técnicas. El Banco Central jugó sus cartas mediante el uso adecuado de los instrumentos normativos. Ahora será el tiempo de las autoridades económicas quienes deberán implementar las medidas conducentes para solucionar la escalada inflacionaria.
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