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Es posible
entrar en una paranoia cuando se conduce un proceso de due diligence.
Un
due diligence de terceros puede llevarlo a volverse loco en una interminable
tarea.
Usted reconoce que está en problemas cuando comienza a balbucear
acerca de advertencias o "Red Flags" , más "Red Flags" y aún
más "Red Flags" . Es el momento en que puede comenzar a pensar
que la película “The Shining” -El Resplandor- fue
un documental que mostraba un proceso de due diligence con terceros.
Cuando esto suceda, necesita intervenir y tomar decisiones.
Alguien tiene que decir ya esto es suficiente. Sin embargo, es difícil
de tomar esta decisión, pues siempre existe el temor que bajo
la última piedra que se remueva, haya algo significativo que
hubiera cambiado su opinión general.
Un Due Diligence no es una investigación atada a hallazgos con
una razonable duda.
Está guiado por principios de investigación razonables”
En otras palabras, no significa que debamos hacer una completa investigación
de cada cosa relacionada con una Compañía y sus dueños.
Significa, analizar razonablemente los hechos, guiados por riesgos,
circunstancias y “Red Flags”.
Dos puntos importantes que se deben recordar:
El primero, es que la importancia de un procedimiento de due diligence,
es dejar documentada la revisión realizada y analizar cada uno
de los "Red Flags" que parezcan realmente importantes.
Es imposible definir todos los "Red Flags" que pudieran aparecer. Cada
"Red Flag" puede ser tratado y resuelto de una u otra manera. Hay muchos
caminos para hacerlo.
La ausencia de esfuerzo por analizar un "Red Flags" hace que el riesgo
de la compañía se incremente. ¿Por qué?
Porque las investigaciones gubernamentales pueden citar cada uno de
ellos como evidencia de una ceguera voluntaria de su parte.
Si se encontraran suficientes evidencias de este proceder, podrían
procesar a su compañía e inclusive a personas, aduciendo
que ha seguido una política de intento
de corrupción
Segundo, es crítico considerar el contexto donde el análisis
se lleva a cabo. Es imposible predecir por anticipado quien puede incurrir
en dádivas o coimas. Nadie puede leer las mentes y predecir el
comportamiento futuro con cierto grado de certeza.
Es posible entrar en una paranoia cuando se conduce un proceso de due
diligence, especialmente cuando se analizan terceras partes en países
de alto riesgo como China, Rusia o India.
Se transforma en dificultoso cuando uno no puede encontrar ningún
Red Flag real y sin embargo, uno piensa que debiera haberlos. ¿Será
que uno no está haciendo bien el trabajo?
Usted sólo puede hacer lo que es posible hacer. Si documenta
el proceso de due diligence, realiza análisis y asigna su tiempo
y recursos, basado en los riesgos potenciales, habrá hecho una
buena tarea.
Es importante, sin embargo, conocer cuando suficiente es realmente suficiente.
Noticias de un diario local relacionadas con potenciales conductas sospechosas,
no son por sí mismo, elementos que disparen una investigación
de su parte con un alcance total y desmedido.
Algunas veces, por ejemplo, estas noticias pueden estar vinculadas con
disputas políticas o hechas sin tener mayor fundamento al hacerlas.
Como se ha dicho, el contexto y la circunstancia alrededor de los hechos,
son claves en los procesos de DUE DILIGENCE.
Téngalo en cuenta.
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* Versión traducida al español del artículo “More Than Due Diligence: Never-Ending Due Diligence” publicado en
http:/corruptioncrimecompliance.com |