Liderazgo
 
Mayo - Junio 2013

LA COMPLICADA GENERACIÓN “Y”.

Por: Dr. Daniel Casais

 
 

Son parte de la realidad, llegaron para hacer su tarea y un capítulo de la misma es crear el futuro.

En una cena con empresarios, surgió el tema de la Generación “Y” y las dificultades que tienen en sus organizaciones para integrarlos.

Junto al advenimiento y popularización de la tecnología, Internet, el cable, los celulares, la vida on-line; los nacidos entre 1982 y el año 2000 conforman una nueva generación que los sociólogos denominaron “Y” a fin de marcar el cambio con la anterior denominada Generación “X”.

El gran nivel de comunicación y acceso a la información es la piedra basal de la Generación “Y”. Con solo comparar el nivel de conocimiento de cualquier adolescente de estos días con los de hace 30 o 50 años atrás podrá fácilmente darse cuenta.

El trabajar con integrantes de la Generación “Y” resulta complejo dado que tienen particularidades que confrontan la formación, el estilo de vida y los valores e intereses de muchos de los actuales directivos y jefes ya que estos pertenecen a la Generación “X”.

Esta última reviste una mayor capacidad de adaptación a las normativas sociales y tienden a ser respetuosos de lo establecido, las formas y los compromisos, considerando el esfuerzo como un elemento fundamental para alcanzar los logros personales.

La Generación “Y” a diferencia de los “X”, por obra de los estímulos que han recibido desde su niñez, han desarrollado mucho más el hemisferio derecho del cerebro y disponen de una mayor capacidad en cuanto a la creatividad.

De manera marcada, el dinero y el satisfacer los deseos individuales superan los ideales y el concepto de grupo según la concepción de los “X”. Esto también hace ver la dificultad para el poder entenderlos y el origen de los conflictos en la relación.

Mencionaremos algunas características de la Generación “Y”:

• Muestran una cuasi soberbia y autoridad que los hace actuar como si ellos fueran los dueños absolutos de la verdad eterna.

• Tienen una irrefrenable necesidad de estar permanentemente conectados mediante Internet (twitter, chat, blogs, facebook, juegos, etc.) siendo justamente esa la mayor utilización que le hacen a esta tecnología.

• No les gustan los libros y la fuente de información para hacer sus tareas y el estudiar se centra en la web.

• Los mensajes vía celular son el sistema de comunicación por excelencia.

• Tienen cientos de contactos en sus messenger superando por lejos a las agendas de los “X”.

• En el trabajo les importa más la flexibilidad horaria y el clima laboral que la estabilidad y el ingreso.

• Son marcadamente individualistas.

• Tienden a no ser respetuosos de pautas horarias y pretenden que los otros –incluso las instituciones- se adapten a sus horarios y costumbres.

• No aceptan el trabajo en exceso y solo lo hacen en forma equilibrada con sus otros intereses y si se ven ante una propuesta que les implique romper dicho esquema lo primero que consultarán es el “¿Por cuánto?”

• La informalidad y la comodidad son parte de su estilo de vida a tal punto que ir al trabajo en ojotas resulta parte de su normalidad.

• Los motivan los desafíos pero siempre que estos impliquen un beneficio hacia ellos.

• No les gustan las grandes charlas, sino que se vaya al tema específico.

• Prefieren la comunicación vía la tecnología antes que la entrevista personal.

• Requieren se aprecie su talento y experiencia.

• Les es importante que se valore lo que hacen bien y no solo sus errores… los cuales los frustra y los enoja.

• Tienden a tomarse todo con mayor tranquilidad que la generación “X”.

• Viven el presente sin mayores preocupaciones por el futuro siendo la ecología y el medio ambiente, la solidaridad y el género, parte de sus prioridades.

• Son más creativos, audaces, temerarios a la hora de romper paradigmas y más versátiles.

• Son dispuestos al trabajo en equipo, pero sin modelos jerárquicos que impliquen autoridad rígida.

• No aceptan que al éxito se llega desde abajo, con esfuerzo y máximo compromiso. A partir de ello, si no se sienten cómodos, simplemente renuncian.

La verdad es que para la generación “X” le es dificultoso la relación con los “Y”. Su concepción de la vida difiere y eso hace que las prioridades y motivaciones sean definitivamente otras.

También es verdad que ellos son parte de la realidad y el futuro de las empresas e instituciones dependerá de ellos y de la habilidad de los actuales directivos en saber utilizar sus capacidades a fin de lograr los objetivos organizacionales.

Los “X” y los “Y” piensan distinto porque lo hacen desde lugares distintos pero eso no indica que no tengan grandes potencialidades para el desarrollo de la sociedad.

Que sean diferentes no significa que su aporte sea negativo o poco valioso. Sólo nos muestran otra realidad que hay que conjugar a fin de ser esto un elemento favorable a la vida del ente y que termine siendo una real ventaja competitiva.

Ellos llegaron para hacer su tarea y parte de la misma es crear el futuro.